El trapío corresponde al fenotipo, es decir, a la
apariencia externa y al comportamiento del animal.
Según
José María de Cossío, se llama trapío de una res "al conjunto de
caracteres de apreciación visual que hacen juzgar de su aspecto, estampa
y probables condiciones de lidia", si bien por antonomasia por trapío se
entiende el buen trapío. En el toro de trapío se exige energía y viveza
de movimientos que indiquen su nervio, piel fina o aterciopelada que
transparente su potente musculatura, que haga aparecer al animal flaco
sin estarlo. Este toro será de esqueleto fino, que se reflejará en su
cabeza, cabos (extremos de las patas) y pequeñas pezuñas; será de cuello
proporcionado. Los cuernos estarán bien puestos y serán de tamaño medio.
La
cabeza en el toro deberá ser más bien pequeña que grande; la frente o
testuz será ancha y cubierta de pelo rizado; las orejas, situadas debajo
de los cuernos, no deben ser grandes y sí vellosas y movibles, indicando
nerviosidad y nobleza, y no padecer sordera ni parálisis.
Los
cuernos serán fuertes y bien pulidos, puntiagudos, bien dispuestos (con
dirección lateral primero, luego hacia delante y finalmente hacia arriba
y de color oscuro); el hocico, también oscuro, fino y fresco; los ojos,
brillantes y encendidos, y más bien grandes que pequeños. El cuello, en
general, deberá ser grueso y corto.
Según
la inclinación de la espalda, se deducirá la aptitud más o menos
corredora del bicho. La cruz, rubios o agujas, es el punto de unión del
cuello con la línea dorsal. Según sea más o menos patente se llama a los
toros altos o bajos de agujas. El dorso deberá ser recto; los lomos
amplios y musculosos. El vientre de escaso desarrollo, galgueño, aunque
bien conformado, y los órganos genitales machos, de normal desarrollo y
bien descolgados.
La
grupa deberá estar bien desarrollada y las ancas (extremidades
posteriores) no serán muy salientes ni tampoco muy próximas. En las
patas, tanto el antebrazo como el brazuelo deben ser largos y
musculosos. El tendón flexor, despegado y bien desarrollado, así como la
rodilla y la canilla gruesas y robustas. Las pezuñas o pesuñas serán
pequeñas, duras, casi pétreas, brillantes, sin hendeduras y de color
oscuro.
El
nacimiento de la cola se llama penca o muslo, el cual debe ser de alta
inserción, bien poblado en su borla o terminación, que sobrepasará los
corvejones (articulación en la parte inferior de la pata y superior de
la caña o canilla.
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